La trama sigue a un joven llamado Jackson (interpretado por Sam Strike), que, junto con otros tres pacientes, escapa de un hospital psiquiátrico. Durante su huida, el grupo secuestra a una joven enfermera, interpretada por Vanessa Grasse, y emprende un viaje sangriento por Texas. En su persecución están el sheriff Hartman (Stephen Dorff), quien busca venganza por la muerte de su hija, y las fuerzas del orden.
A lo largo de la película, se revelan los traumas y abusos que Jackson sufrió en su infancia, los cuales lo transformaron en el monstruo conocido como Leatherface. La narrativa explora su evolución psicológica y física hasta convertirse en el brutal asesino con una máscara hecha de piel humana.